Venir ahora con que el argumento de Woody Allen para su última película me suena demasiado, es un poco estúpido; porque Allen vuelve a sus ideas y fórmulas una y otra vez, y a menudo no tiene problema alguno en ni siquiera disimular (la premisa argumental de "Match point" bien que nos recordaba a "Delitos y faltas" y nadie se quejó). Pero aquí esa sensación de "ya visto" es distinta, más profunda, más marcada al detalle.
Me explico: Tengo la sensación de que Allen no se ha molestado demasiado en este título, quizás de transición, tras dejarse hasta los mocos en "Match point". Allí echó el resto y aquí decide relajarse, firmar un título fácil y cumplir con la taquilla, humilde pero segura, que sabe que tiene en medio mundo. Nos coloca a su última musa, la Johansson, porque sabe que nos gusta; ficha a Hugh Jackman porque sabe que va a cumplir, como yuppie peligroso; y se incluye en la función en el rol de torpe y entrañable secundario (intuyo) porque sabe que nos divertimos con él, en ese tipo de personajes.
Pero tengo la sensación, convencida sensación, de que no sólo vamos a estar ante el típico Allen ligero y juguetón, sino que además va a recurrir a las mismas situaciones concretas e incluso a los mismos chistes que, aquí o allá, ya le hemos ido escuchando. Le veo un poco vago.
No me aburriré; lo sé. Pero quizás esperaré a su siguiente película para ser, de nuevo, más serio y crítico.