Chris Waitt quiere hacerse un hueco como sea y ya lo ha conseguido. Dice ser ex aspirante a estrella del rock y que al final ha tenido que meterse a cineasta. Esta presentación ya define sobre manera la necesidad de emisión y desarrollo de este proyecto, que lo único que tiene es publicidad y marketing sexual-cómico.
Falso documental sin demasiado realismo, porque yo no me creo las entrevistas, seguramente más que amañadas, y con un toque de nuevo cine a base de exageraciones disfrazadas de verdad. Un paso menos complicado que el que dio Sacha Baron Cohen con Borat, al menos no tratando de fingir la comedia y el disfraz, que será un oasis para los que quieran ver simplemente algo raro y distinto en cuanto al humor, pero que probablemnete no calmará su sed.
Ya no gustan las películas de parodias, ahora parece que es necesario jugar a personajes inventados y encima llevarlos al cine. De acuerdo, pero que no cuenten conmigo, así no vamos a ningún lado, y menos de manera tan sencilla. Su formato es la televisión y así debería seguir, aunque si no proliferan mucho más que sigan pululando mientras engañen a alguien.