La historia de esta película es, en definitiva, la historia del sueño de dos hombres: Aaron Wiederspahn (director y guionista y co-productor) y Buzz McLaughlin (productor ejecutivo).
Entre los dos decidieron como tantos otros crear una pequeña productora llamada Either/Or films y sacar adelante un proyecto pequeño para la industria pero ingente para ellos.
Tenían una cosa clara, el material con el que contaban, el guión de Wiederspahn era bueno, y lo empezaron a mover con una idea bien asentada: la película debía ser pequeña y para ello debía rodarse New Hampshire, un sitio que conocían a la perfección.
Los frutos de ese guión no tardaron en llegar, empezando por Mark Constance, ayudante de dirección en películas tales como "Cómo ser John Malkovich" o "Fever pitch". Quedó prendado de una historia que calificaba como de humana e impredecible.
Pero el plato fuerte tardó un poco más en llegar y se llamaba David Strathairn, ese actor que nadie conocía antes de "Buenas noches y buena suerte" y que desde entonces se ha abierto el telón sobre su obra anterior: "L.A. Confidential" o "Lone Star".
A Strathairn no sólo le gustó el guión como una gran oportunidad para lucirse en un papel goloso y dulce muy dulce para cualquier actor, sino que le vio tantas posibilidades al proyecto que decidió, sin pestañear, poner pasta y convertirse en productor del film.
Así se presenta este film al Zinemaldi 2006, siendo, como tantas otras, la historia de un sueño.
Yo, de momento, confío en una gran interpretación, en una dirección clásica y en un guión de corte independiente en el que lo que importa serán las pequeñas relaciones y reacciones de Strathairn en su devenir por sobrevivir.
¿El nacimiento de una estrella? Eso espero.