Poco bueno puedo vaticinar de esta película que para empezar ya se desprende de su título original, Whisper, más atractivo para la juventud y para todos los más fieles a este tipo de productos de la gran pantalla. Porque no podemos olvidar que en muchísimas ocasiones el espectador que decide a último momento qué ver lo hace en función de el título. Garantizado. Y Hellion, el ángel caído, no es atractivo. Eso para empezar.
Me supongo que será lo que las demás de su género y que aportará algo más personal que se desprenda de otras parecidas. Es lo mínimo. Pero a estas alturas pedirle tener una identidad propia y salirse de la rutina no es más que un deseo mío y de otros muchos que luchamos por disfrutar de productos diferentes, atractivos, contundentes, sencillos y que se salgan de la norma. Me gustaría que al concluir la hora y media y los créditos nos empujen a salir de la sala tenga la sensación de comentar en una post que he visto Whisper y no ese título infatiloide y estúpido. Vamos, que ver Whisper es para mí el suspense tranquilito, el terror sin masacre, sin demasiada sangre tan poco necesaria tantas veces, una orquesta bien dirigida que hasta el último minuto te han tenido acongojado sin saber cómo será esa traca final.
Para todos aquellos seguidores de Perdidos, están de enhorabuena, Sawyer (Josh Holloway) es el prota de esta peli. Veremos que tal le sienta despegarse de ese registro que tan conocido le ha hecho ser.
Y poco más porque poco me espero. Un poquito de lo de siempre, algo de aquí, otro de allá. Podría merecerse las tres estrellas si logra ser sencilla pero notable, sin muchas idas y venidas, dejando de ser otra más (y lo será).