No es mi intención hacer política basura a la que tanto estamos acostumbrados en el desolado paisaje audiovisual.
El título de mi precrítica lo que quiere transmitir es que estamos ante una muestra de cine catalán, que no tiene mucho que ver con el cine español que se hace en el resto del país (perdónenme los sensibles de las patrias). Para empezar es una pena que la película haya sido doblada, ya que el original es en catalán y los doblajes de películas catalanas al español son bastante terribles.
Para continuar, hay que esperar una película muy francesa, en la línea de Eric Rhomer o del propio Assayas en lo que a cine de familias se entiende. Burguesía de clase media-alta que muchos reconocerán y con personajes maravillosamente trazados. Con una dirección de esas que sorprende. Muchos personajes en plano que se mueven perfectamente al unísono y que parece que no queda sitio para meter una cámara.
La película, ópera prima de Mar Coll, fue la sensación del pasado festival de Málaga, alzándose con el premio a mejor dirección y para las actuaciones de Eduard Fernández, un auténtico grande de nuestro panorama interpretativo, y para Nausica Bonnin.
Una película contenida, que nos va a descubrir a una directora como la copa de un pino, con una sensibilidad especial y nada impostada. Quiero y espero una película realistamente ficcionada.
¡Cuantas veces hemos estado en una reunión familiar y hemos pensado que daba para muchas películas!
Me apetece todo. Una de las películas españolas del año.