Ya de por sí una película de Samuráis se agradece, pero si además nos topamos con una de corte intimista, con belleza, lírica y todas esas cosas que los benditos japoneses hacen tan bien (igual de bien que se les da la violencia extrema), entonces ya no puedo ir más contento a las salas de cine. Esto suponiendo que la estrenen que yo creo que va a ser que sí (el próximo viernes 20 si todo va bien). Se trata de una película purista, de estilo clásico dentro del género, no es “Zatoichi”.
Pero además me encuentro con que la película se trae a sus espaldas no sólo la nominación al Oscar a película de habla no inglesa, sino también todo un carro de premios de la academia japonesa, así como un paso por la Berlinale donde no dejó mal gusto.
Su dierctor, Yoji Yamada, atesora una cantidad ingente de películas en su curriculum, aunque parece ser ahora cuando está teniendo el verdadero éxito. Su nueva película también se ha dado un garbeo por Berlín.
Un historia delicada, una dirección, fotografía, y todo un aspecto técnico a las órdenes de la lírica. Se ha hablado ya (a la gente le gusta hablar a veces demasiado) de Kurosawa y Mizoguchi. Es mucho hablar pero ahí está.
Confío en que nadie sienta miedo de una producción japonesa a estas alturas. Creo que su solvencia está más que demostrada, además si quieres ver una película sobre la guerra civil ve al cine español, si quieres Samuráis, pues ya sabes a donde. Y si fuiste a ver Hero, no te puedes perder esta otra, pues esta es una película de verdad. Si fuiste a ver “El último Samurái”, no te puedes perder esta película, pues el género puro está servido.