Esta historia es atractiva por los mil veces alabados actores, por la gran fama de peliculeros serios que se han encargado de hacerla y por la eterna disputa por el poder, en este caso al parecer sano, de dos policías en busca de un puesto más alto que conquistar.
Lo que me resulta algo un tanto peligroso es colocar a una mujer en medio, forzando las pautas de ambos policías a apagar sus fieras interpretaciones y evoluciones hacia un universo que las películas clásicas sí dominaban, pero que en la modernidad suele ser motivo de duda. Los franceses están al cargo, así que mi natural confianza en ellos a la hora de realizar films más enteros y desarrollados, me augura un éxito no demasiado sonadado pero al menos agradecido.
Sentarse a ver pasar detalles y detalles de buenos intentos que se perfilan en forma de película seria y brillante a pesar de los medios, es siempre una opción que valorar.