Su director Andy Fickman, con fuerzas intactas tras Ella es el chico o Papá por sorpresa, por ejemplo, vuelve a modo de Spielberg ochentero, al menos en las intenciones, con una historia inverosímil y para toda la familia, pero sin la capacidad de maniobra del archiconocido ganador del Oscar gracias a La lista de Schindler.
Se apoya además, en esta especie de aventura, del que antes se hacía llamar The rock, y que ahora reza como Dwayne Johnson, El rey escorpión, para dejarlo claro. Así mismo, las palabras tridimensional, otro más allá, y espacial pueden ser vocablos adecuados para dar pistas con todo lo ya dicho. Pero lo realmente genial es que quiere ser complicada pero solo es mala, simple e increíble. Lo digo sin el menor ánimo de duda.
Tú si que estás hecho un fenómeno extraño, director. Es que ni siquiera lo veo como para adolescentes.