Howard Deutch es un tipo que me va a ahorrar explicaciones. Él es el director de Una novia para dos, y su curriculum habla por él: Mano a mano con papá (¡Macaulay Culkin y Ted Danson!), Discordias a la carta (triste producto para Walter Matthau y Jack Lemmon), La extraña pareja otra vez (más de lo mismo), Equipo a la fuerza y la secuela de Falsas apariencias.
En definitiva, toda una colección de comedias de segunda división sazonadas con bolos para televisión en "maravillas" como Melrose place o "trabajos serios" como Historias de la cripta.
Así las cosas, ahora nos llega con el guión de un novato, y una protagonista que echa para atrás: Kate Hudson. Sin tirar de chuleta ya recuerdo uno de sus trabajos más recientes: Como locos... ¡a por el oro!, junto a nuestro queridísimo Mazas McConaughey.
A su lado están Dane Cook (Mr Brooks) y Jason Biggs (American pie), dos actores que no nos extraña ver en este tipo de productos. Sí que da algo de lástima ver a alguien como Alec Baldwin haciendo este tipo de trabajos. Pero, vaya, no todos los días le ofrecen a uno un secundario jugoso en películas como Infiltrados.
Por lo demás, y con Díaz Yanes, Assayas y otros por la cartelera (¡hasta Van Damme reconvertido!), esta es la última chorrada que elegiría ver.