Se han realizado infinidad de series para la televisión en todo el mundo. Expediente X ha sido la mejor de todas ellas.
Más allá del gusto de cada cual por lo paranormal, lo que derrochaba esta serie era cine por todos sus costados. A medida que fue creciendo en adeptos -y proporcionalmente en presupuesto- los aspectos técnicos fueron alcanzando unas cotas de calidad sorprendentes para un producto televisivo. La atmósfera que conseguía era muchas veces más angustiante que la propia historia que contaba. El ritmo era siempre impecable y la imaginación de sus guionistas nos mantenía semana tras semana pegados al televisor para disfrutar de un capítulo más. Con una tensión sexual sabiamente contenida entre Mulder y Scully. Algún capítulo especial a modo de juego, era toda una joyita.
Llegó la primera película y supongo que las expectativas estaban demasiado altas, como si tuviera que contener toda la calidad de una temporada entera, como si fuéramos a encontrar algún tipo de respuesta definitiva a no se sabe muy bien qué pregunta. Fue, como suelen ser estas cosas, véase Los simpsons, una decepción para muchos. Ni la verdad estaba allí fuera ni tenía una calidad superior a la mayoría de los capítulos. Personalmente me resultó una película gratificante cuyo interés se basaba en una mayor duración y en la posibilidad de gastarse unos cuantos cuartos más en según qué cosas. Y ver a nuestros amados personajes en pantalla grande también, claro.
Ahora, tiempo después, cuando el fuego de la afición está bastante apagado llega otra nueva entrega. ¿Por qué se hace esta película? Claramente porque David Duchovny no ha triunfado ni mucho menos en el cine, aunque no es mal actor y algo ha hecho, hasta dirigió Delitos menores. Seguramente el peso de Mulder es demasiado y supongo que ha pensado que mucho peor ya no puede ser. Gillian Anderson otro tanto de lo mismo, quizá peor.
La verdad es que el porqué me da igual. Que se estrene fuera de un tiempo razonable, tampoco me importa ¿o no aceptamos ahora una película del Superagente 86? Lo que quiero es ver una nueva aventura de los agentes más marginados del FBI. No será esta una entrega con intenciones resolutivas, ni con un argumento a lo grande, ni escenas demasiado espectaculares, será más bien como un pequeño capítulo independiente de la trama general. Esencialmente porque ya no hay trama general que continuar. Que el propio Chris Carter, creador de la serie, se encargue de la dirección es una buena noticia pero tampoco es garantía de nada.
Para quien, como a mí, le apetezca este nuevo capítulo.