El año pasado, casi por estas mismas fechas, la cita con Pixar fue Up, película absolutamente maravillosa. Este año le toca el turno a Toy Story 3, tercera parte de la trilogía de Buzz y Woody. Ciertamente, la perspectiva de una tercera película de la saga me resulta menos excitante que de una nueva película independiente se tratase. Ahora bien, habiendo el talento desbordante que hay en Pixar uno no puede acercarse a esta película con la desgana que puede producir la tercera película de una saga. La película tendrá, como mínimo, el interés de El padrino III.
El director de la película es Lee Unkrich, aunque detrás están todos los pesos pesados de Pixar. A saber: John Lasseter o Pete Docter, entre otros.
Poco más se puede decir de una película con una tarjeta de presentación como la que trae Toy Story 3. Diversión para todas las edades, una película que sabe hacer disfrutar a los más pequeños y enganchar a los mayores, que no tienen que hacer el esfuerzo por buscarle interés a un cine infantil. Pixar ha conseguido atrapar a todos a través de películas con un tono clásico, con aroma a cine del intemporal, demostrando que lo blanco no es sinónimo de infantilismo.
El cine de verano no da tantas ocasiones para escapar de calor o de las incómodas lluvias con dignidad.