Supongo que resultona es la palabra ideal para definir un film que pasa de largo del cartel como si nada, o especialmente por esto, por nada. La historia truculenta de un luchador que debido a sus inclinaciones sexuales decide aprovecharse de su fama para lograr su cambio radical cae en la interminable estimulación de tantas y tantas películas que pretenden explicarnos la dificultad de la superación humana.
No espero gran alarde de movimientos, ni siquiera de actuaciones, pero sí un trabajo sincero y majetón que nos de la oportunidad de seguir el desenlace con no demasiadas prisas agónicas.
Es digna de un domingo tranquilo y sin desconfianza.