...aunque la vea en otoño. Y es que como ya tuve ocasión de decir en una de nuestras intervenciones veraniegas en Hasta que la Liga nos separe, en Punto Radio, en un período estival de cine poco atractivo, por activos, Super 8 era la película del verano. Y, después de la cacofonía, viene la explicación.
Apadrina el proyecto un tal Steven Spielberg que sabemos que lo ha sido todo en esto del cine de entretenimiento remixeado con cine de calidad. Y a los mandos de la nave tenemos a J. J. Abrams, uno de tantos que se crió con lo que Spielberg parió y que ha demostrado ser un tipo que, sobre todo, se caracteriza por su buen manejo de las herramientas del marketing y de ser capaz de remixear muchas cosas y con una alta calidad. Abrams ha sido el creador de Perdidos, la que por momentos fue la mejor serie de la historia y que supuso un hito televisivo, de Fringe y de Alias y que ahora mismo está embarcado en la segunda parte de la resucitada por él mismo Star Trek.
Una película en la que los protagonistas son unos adolescentes en un intento de recuperar esa esencia de Los Goonies, que a mi compañero Sherlock no gusta en demasía pero que a mí me hizo vibrar de joven y no tan joven. Muchas trazas de misterio y en definitiva una de esas películas cuyo visionado te hincha como un globo para luego quedarte sin fuelle en la butaca y con ganas de haber sido mejor. Pero el entretenimiento y el cuenco de palomitas no te lo ha quitado nadie, salvo tu acompañante.
Aprovechemos este veranillo de San Miguel para una buena sesión de cine de verano.