Desde hace unos años, Hollywood nos tiene acostumbrados a darnos una película independiente al año. Quizá más que a darnos, a bendecirnos con. De hecho lo más sintomático de estos últimos años es el corte de dicha película independiente. Porque, por ejemplo, a comienzos de esta década que va tocando a su fin, el huequecito de la película independiente se iba cubriendo con propuestas como In the bedroom o Lost in traslation, pero quizá fue a partir de 2005 con Entre copas cuando el tipo de película independiente bendecida por el dorado de los Óscars empezó a cambiar.
Ya no eran películas dramáticas, ni biopics de artistas atormentados, sino películas más frescas, que hablan de cosas mundanas pero con una gran carga de profundidad, y sin los pelos en la lengua que a veces muestran las producciones de más presupuesto. Aun así, en los Óscars siguientes el cine independiente se siguió manteniendo con las cintas de corte antiguo: Capote o Crash.
Pero ya en 2007 se terminó de cristalizar el cambio con el gran éxito de Pequeña Miss Sunshine, seguida de Juno al año siguiente y seguida de Slumdog Millionaire en el pasado año. Ahora toca mirar al futuro y señalar esa cinta que cumplirá con los cánones.
Y aunque aún quede mucha carrera por delante, 500 days of summer puede ser esa película. Se ha colado de refilón en la taquilla la semana pasada, la semana de la magia, de Hogwarts y del intratable Harry Potter y el Príncipe Mestizo, pero en las poquitas salas que se estrenó este film resulta que obtuvo un mejor resultado por copia que el mismísimo Potter. Cumple el primer requisito: parece que cuenta con el beneplácito del público.
La película pasó por Sundance y se exhibirá en Locarno. Cumple con el segundo requisito.
Pero, ¿qué hay dentro de esta película? Su director es un perfecto desconocido, Marc Webb, que para más inri firma su ópera prima, y que viene del mundo del videoclip. No hay ninguna estrella que eclipse el reparto. La pareja protagonista la componen Joseph Gordon-Levitt, al que vimos en Brick y al que veremos en GI Joe; y Zooey Deschanel, la actriz tan expresiva como inexpresiva de El incidente. Y los guionistas son los responsables de La pantera rosa 2.
Si sólo me atuviese a ello, tendría mis dudas, pero si uno rebusca más en esa maraña de nombres, termina dando en el clavo con Mason Novick, productor de Juno. Y todo cuadra. Así mismo también se está encargando de Jennifer's Body, película con guión de Diablo Cody, la ganadora de un óscar por Juno y con el cuerpo omnipresente de Megan Fox (Transformers 2 o Nueva York para principiantes).
Si has llegado hasta aquí, querido lector, ya sabes lo que te depara esta película. Si aun así eres de los que necesita tener una referencia en la vida, te diré que no la espero con ganas, pero que la veré con gusto cuando llegue a mí.