Susiguiente trabajo, ´Jackie Brown´, sorprendió por un cierto grado de madurez y sobre todo, de calma, de ritmo sosegado... ´Jackie Brown´ fue lo que muchos esperábamos: La calma antes de la tormenta; cuando el silencio se apodera de la jungla, tiemble el aventurero, porque se acerca el peligro. Ahora, de esa -relativa- tranquilidad de su tercer largometraje, Tarantino golpea con furia y, cómo no, extrema violencia.
En ´Kill Bill´ no hay historia, para qué, sólo una venganza. No hay límites; sí sangre e incluso algún que otro intestino fuera de sitio... y, ¡oh, sorpresa! mister Tarantino se abandona a los virtuosismos de un estilo que él mismo aborreciera públicamente acerca de la polémica ´Asesinos Natos´ de Oliver Stone: Imágenes en color, imágenes en blanco y negro, dibujos animados... todo rítmicamente enlazado. Claro que, por aquel entonces, Stone hizo con el guión de Tarantino -´Natural Born Killers´- lo que quiso, amputándolo y modificándolo, lo cual no sentó especialmente bien al impulsivo enfant terrible de Hollywood. Ahora, por qué no decirlo, ese estilo visual y narrativo viene muy bien a esta intrascendente y violenta ´Kill Bill´, muy entretenida para quien tenga -claro está- tripas suficientes...
P. D.: Si les duele el bolsillo, no vayan: Apenas sí podrán ver hora y media de película, y se verán obligados a volver a pagar más adelante para comprobar, en otros 90 minutos, como termina la trifulca.