Georges Remi, el popular Hergé, creó la historieta de Tintín y Milou, y se hizo internacionalmente conocida. Las especiales aventuras de este miniperiodista rubiales de flequillo curioso llegaron a todas las casas para regocijo de la infancia de cualquiera. Ahora, precisamente cuando parece que ya es un poco olvidado, Steven Spielberg se atreve a recrearlo, eso sí, por ordenador, para que vuelva a dar el salto a la gran pantalla tras las dos intentonas con actores reales como son, Tintín y el misterio del Toisón de oro y Tintín y las naranjas azules.
El sistema de captura MoCap que ya se usó en Beowulf para hacernos una idea del tipo de animación recreada que se da en la película, han sido el caballo de batalla de una película que me apetece, pero que también me deja una sospecha volando cerca. Steven Spielberg ya demostró en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal que está a buen nivel pero que no es un cinco estrellas, su cine con un punto ingenuo es ágil y de buena corrección pero no esperemos un extraordinario film, sólo una extraordinaria llevada al cine del personaje y sus eternos amigos.
Emocionante y recreado a la perfección, el personaje puede que logre llegar a las cotas de necesidad de un espectador deseoso de rescatar al héroe y creérselo, además, estoy seguro de que el archiconocido director logrará meter sin demasiado calzador cada uno de los detalles de un tebeo con mucha personalidad pero también me preocupa ver cómo mete su lado Spielbergiano que tanto tiene que meter siempre sin que nos saque de quicio a los que no queremos verlo. El mero hecho de llevar a la gran pantalla a Tintín y que lo haga él me llena de confianza pero darle su toque personal es lo que me preocupa.
La intención es seria y la inversión aún más. Los rumores marcan que las siguientes dos películas serán dirigidas por Peter Jackson (Desde mi cielo), y esto quiere decir que se sienten seguros y que trabajan sobre seguro. Se tratará de un film que conseguirá su objetivo y mantendrá soñador al espectador de todas las edades, y eso ya es un logro digno de admiración y de pagar una buena y cara entrada de cine.