Curiosamente el guión de esta película de animación de la productora creadora Dreamworks lleva esperando en la recámara de algún potente adinerado hueco de proyecto para verse hecho realidad, desde el 2004, en unos momentos donde en el mundo del cine se habla más que de su frescura, de la rivalidad con Wall-E, de Pixar.
De directores casi novatos en dirección, aunque John Stevenson ya ha participado en películas como Shrek 2, Madagascar o Spirit, o por ejemplo remontándonos hace muchos años en Dentro del laberinto, aquel film tan entrañable con una adolescente Jennifer Connelly y un exitoso David Bowie, puede ser el nuevo y obsesivo objeto de deseo de los más pequeños, con lo que el merchandising conlleva en todo esto.
Pero es que además de todo parece uno más de los films con ciertísima calidad que proclaman buenas posturas para los más jóvenes a base de moralina, pero original y divertida, que tantos éxitos han dado a muchos otros films probablemente del mismo nivel, que no sobran a mi entender de la cartelera pero que tampoco logran destacar más allá de los ejercicios de publicidad que contratan para darse importancia.
La cultura china como telón de fondo, las artes marciales y la simpatía de un oso panda como protagonista, y lo de siempre, la oportunidad de enriquecer a esos locos bajitos, sin demasiada potencia espero para los mayores y poco más señores. No me importaría verla.