Mira por dónde se nos presenta el hijo de García Márquez en una película puro "tour de force" como diría mi compañero Rómulo y Remo. No se habla de otra cosa más que de su plantel estelar: nueve mujeres en estado de gracia; y de sus nueve planos secuencia. Ahí es nada.
Pues mirad, a mí todo esto me huele a marketing del cutre. Y de las n mujeres en estado de gracia ya me hablaban en "7 femmes" y me salí del cine aburrido y asqueado, junto con otro compañero precrítico. Que sí, que la Hunter, Close, Fanning y demás son muy buenas y han rebajado sus salarios. Milongas festivaleras diría yo. Y sí, también "El arca rusa" era una peli rodada en un plano secuencia y allí se aburrieron hasta los ratones.
Porque por muy bonito que sea este envoltorio en celofán puedo ver, y no precisamente al trasluz, que la película va a hacer aguas por sus virtudes. Porque va a resultar esquemática y, lo peor, forzada. ¡Pero qué manía tiene la gente de autolimitarse en el cine! Personalmente, un plano secuencia me gusta descubrirlo, así, plas, de repente, y no ir a ver un plano secuencia. Para eso me voy al teatro.
Ahora bien, el motivo fundamental por el que le doy un tres es porque al ser nueve historias, cuando una aburra, nos quedará la paciencia para que empiece la siguiente. Un juego de entremeses y combinados que me apetece para empezar el Festival este año.
Con todo, una película de esas que apuntan alto en festivales, no me extrañaría que el público aplaudiese hasta con las butacas.
Yo, como siempre, me mantendré a la expectativa y con el lápiz y papel buscaré el deleite técnico de la obra.