En la línea de las películas de Michael Moore, pero como más relajado, menos agresivo, será que ya es más mayor, que está menos encendido e indignado o directamente que el estar en Europa le da respeto. El sistema de aporte de datos y muestras vivas de lo que denuncia en su modus operandi y disfruta de él dejando hablar de forma guiada a casos estremecedores de EEUU. Para ridiculizar aún más se marcha al viejo continente, como señalo arriba, haciendo de la diferencia algo que abra las mentes de los pobres contribuyentes de aquel país que probablemente ni se habían pensado la capacidad de implantación de un modelo de seguridad social similar.
Uno no sabe si esto tiene mejores y mayores efectos en EEUU o aquí, pienso que aquí, porque allí al parecer el papel del gradote documentalista con un Oscar en su haber, está relacionado con el partido democrático, ya se sabe, políticamente marcado así que no cambia demasiado las cosas. Además de no entrar en detalles muy especiales de esa nación donde en muchos lugares y estados el Darwinismo está negado por decreto.
Una manera de conocer, de entrar en detalle y de fastidiar por parte de un tipo que se atreve con todo, incluso con Guantánamo y Cuba. Qué ridículo más espantoso que las personas de origen estadounidense sean tratados de mejor manera en el enemigo, como diría Gila, que en su propio mundo. Gracias al valiente de Michael Moore esto es posible y seguro que de alguna manera altera conciencias, o al menos yo prefiero que sea así, es el objetivo. Cinematográficamente poco, cámara en mano, entrevistas a cámara y en el momento, en el acto, punto final.