Preocupación lo primero. Me preocupa terriblemente lo que pueda ofrecer esta película. Cuando parecía que las fiebres de películas al estilo El Código Da Vinci se habían apagado parece que ahora vuelve pero a la española. Y no es ese el motivo de mi preocupación ni mucho menos. Pero es que empiezo a recordar títulos como La novena Puerta y la verdad es que eso sería sinónimo de sencillez, seriedad y brillantez. Pero también se me vienen a la cabeza otro títulos recientes como La carta esférica y le podría decir todo menos bonita. Vamos, que fracaso y truño es poco para definirla. Por lo tanto, estoy entre la espada y la pared en ese sentido. Pero me da que no me va a convencer. ¿Y porqué? Porque va a ser facilona y porque nos regalarán las claves de la historia con sucesos y hechos cantados. Porque las casualidades serán evidentes. Y sobretodo porque huele a replica. Y la gente se cansa de la escasa originalidad que hay en los tiempos que corren.
Diego Martín (Mataharis) protagoniza el film y le acompaña Ana Claudia Talancón (El amor en los tiempos del cólera). Jóvenes que fueron promesas y muchachas bonitas. No se podía esperar menos. Nada que decir al respecto. Y la interesante aparición de Federico Luppi ( La habitación de Fermat). Un grande en mi opinión entre otros muy pequeños. La película la dirige el joven Manuel Carballo y es una producción hispanomejicana. Por eso mi total respeto y admiración para los directores más jóvenes porque al margen de la calidad de la cinta ante todo es cine y hacerlo es digno de admiración. Le doy poquita nota porque como he dicho antes huele a replica y eso se merece un suspenso. Poquita cosa aunque muy apta para aquellos que siguen con esas fiebres.