Este sucedáneo que trata de tomar las bases de La ventana indiscreta para comenzar su film de acción sin demasiada lógica, no es ninguna maravilla que podamos disfrutar al estilo del miedo más comercial Scream, es una especie de excusa para hacer un film más acerca del terror y el misterio a lo fácil.
Su director D.J. Caruso (The salton sea como curiosidad mayor) con experiencia en televisión a base de capítulos de serie, sabe de sobra qué hacer con una cámara para alegrarla existencia a los amantes del terror sencillo de siempre.
El juego de chica-chico, el malo que no quiere dejar de mostrarse y el bueno acusado de malo, serán las premisas de una película para alquilar más que para disfrutar en la gran pantalla. No nos perderemos demasiado.