Llega como una tapada, auspiciada por el éxito rotundo de Philip Seymour-Hoffman, en el papel de Truman Capote, y hace que sólo pensemos que se trata de otro biopic más en el que lo que cuenta es ver lo bien que el actor principal imita a su modelo.
Pero la película nos va a sorprender porque precisamente esperamos lo que no va a ser: una biografía morbosa dispersa en el tiempo y en el metraje contada con poco garbo.
Bennett Miller, Dan Futterman, son nombres desconocidos que enseguida nos ponen en guardia, y a los que negamos cualquier miel del éxito. Mas la película ya ha tenido un paso aclamado por la alfombra roja de Berlín, y hay críticos convencionales que incluso la sitúan por encima de "Brokeback Mountain" o "Munich".
El trabajo actoral será grandioso, y me sorprenderá lo acertado del guión, lo rebuscado de la situación y el frío análisis del mismo. Me va a gustar la fotografía de la película, que me evocará a las películas de Bill Condon, y, sobre todo, veré el descubrimiento de otro talentoso director, como me ha sucedido con Joe Wright.
Y todo ello hará que salga extasiado del cine por haber visto un trabajo digno del propio Capote. Quiero atmósfera y quiero grises y oscuros.
Ya me sé el Óscar a Mejor Actor Principal, y quiero que me demuestre que ella también puede optar al Óscar. Voy con muy buena disposición. No me defraudes.