A la chita callando llegó y se llevó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa para Alemania. O quizá no tan callando para quien haya escuchado.
Pasó por festivales como Locarno, Rotterdam, Denver, Montreal, Londres... cosechando premios en todos ellos. Se llevó el máximo galardón en los premios europeos y también uno para su actor protagonista y para el guión. Por supuesto arrasó en los premios de su país.
Avales, desde luego, no le faltan, y es una suerte porque este es el primer largometraje de su director, Florian Henckel von Donnersmarck, que hasta ahora había realizado unos cortometrajes y televisión. Es también el guionista y tanto en un apartado como en el otro ha recibido una buena cantidad de premios.
Quines nos son primerizos son los intérpretes. Al protagonista, Ulrich Mühe, que parece haber conseguido una gran interpretación, le vimos en la perturbada y perturbadora Funny Games. Entre sus películas más recientes encontramos Amén.
El contrapunto femenino los aporta Martina Gedeck, la protagonista de la deliciosa película Deliciosa Martha, que seguramente, como en aquella ocasión, estará a la altura del personaje. Pronto la podremos ver también en una producción americana: El buen pastor.
Un contexto de Alemania del este, guerra fría y control cierran un conjunto interesante que hacen de esta una cita imprescindible.