El director francés Erick Zonca se convirtió, a finales de los 90, en uno de los más prometedores tras filmar La vida soñada de los ángeles y El pequeño ladrón, pero se sumió en un silencio creativo del que sale con esta película que fue presentada en el Festival de Cine de Berlín de 2008.
La película llega con un año de retraso a nuestras pantallas y gran parte de la culpa de que se estrene la tiene Tilda Swinton, que pasará a la historia por ser la mujer que nombró a Penélope Cruz como la ganadora del óscar a mejor actriz secundaria del 2009. Tilda Swinton lo había ganado el año anterior por su impecable trabajo en Michael Clayton. Se trata de una muy versátil actriz que mezcla proyectos que se pueden calificar de industria, tales como El curioso caso de Benjamin Button o Las crónicas de Narnia; con trabajos más independientes como Synecdoche, New York, Quemar después de leer o El hombre de Londres, a las órdenes del director húngaro Bela Tarr.
Se trata de una actriz con un magnetismo especial, que sustentará toda la película sobre sus hombros. No hay director más capaz de poner a un personaje femenino como centro de una historia, que uno francés. Entrando Swinton en el club de actrices como Isabelle Huppert, la próximo jurado del Festival de Cine de Cannes.
Un thriller francés filmado con gusto, y protagonizado por esa mujer de hielo que es Tilda Swinton. Una interesante propuesta.