Cuando una película sudamericana llega al Festival de San Sebastián y no está en Horizontes latinos y tampoco en Zabaltegi y entra en la Sección Oficial es que algo tiene, algo esconde, por algo destaca. Eso mismo decían el año pasado de la argentina Cerro Bayo de Victoria Galardi. Lo que para mí y en especial para muchos fue una gran bofetada cinematográfica y un despropósito incluir una cinta así en la sección más oficial del festival donostiarra no fue tanto como para la crítica que no la castigó más a mi modo de entender. En esta ocasión llega Los Marziano, título que suena a saga familiar de la mafia. Fuera bromas, bajo la dirección se encuentra Ana Kratz, directora también de las películas Una novia errante o El juego de la silla. Y en el reparto destacamos el papel de Guillermo Francella (El secreto de sus ojos).
¿Qué se espera uno después del batacazo de Cerro Bayo? No espera mucho la verdad. Creo que nos pueden pegar otra vez la bofetada pero esta vez iremos preparados, con amortiguación. Con un título así, uno no espera la historia de una saga familiar mafiosa, ni mucho menos. Todo lo contrario, espera una comedia divertida, alegre, a la vez que triste y dramática, un castillo de naipes familiar y una verborrea incesante. Bienvenido se ese acento argentina que tanto nos gusta, tan agradable, tan sensible y sicoanalista. San Sebastián ha sido una tierra donde el cine argentino ha gozado de mayor credibilidad y paciencia. A la vez que aplausos. Pero mucho me temo que esto no será El secreto de sus ojos.
Acostumbrados a desconfiar dada la experiencia del año pasado, de momento prefiero verla de puntillas y acercarme poco a poco, sigilosamente y sin hacer ruido por si puedo evitar la bofetada. Mucho me temo que es una más de tantas que pasan por la cartelera el resto del año. Si se encasquilla y no profundiza ni ofrece nada nuevo, ¿qué hacemos?