El personaje de ese detective demasiado patético para ser cierto, es tan grande por lo enormemente exagerado y tranquilo, que superará las atrocidades de un muy venido a menos Martin, menos cínico que Sellers, que apabullará al personaje con la insolencia de un venerado cómico norteamericano. Allí se les exige menos, en Europa las cosas sueles ser más examinadas.
Las situaciones, algo importante para mantener a flote el film, tendrán que viajar en un mundo ni exagerado ni costumbrista, algo más o menos surrealista pero comedido, si no es así, los infiernos dejarán la película para el olvido, en el cual de momento creo ya tiene reserva.