De hace un tiempo a la actualidad se están poniendo de moda las trilogías, las sagas, los best sellers adaptados al cine con más pena que gloria desgraciadamente. A falta de guiones originales de calidad, se tira de la novela y el escritor de turno, en este caso hablamos del libro de Camilo Castelo Branco, un clásico de las letras portuguesas y su libro Misterios de Lisboa sirven de base para la realización de una adaptación en forma de largometraje.
Comparto la opinión con mi compañero Sherlock en su precrítica en que esto se puede convertir un poco en la serie de turno, una especie de telenovela sin anuncios en pantalla grande y en formato festival, todo un punto la verdad. Misterios de Lisboa cuenta en la dirección con Raúl Ruiz, un director que ha participado en producciones francesas, chilenas, británicas y portuguesas. Con un estilo un tanto particular puede no ser plato de gusto para el espectador medio y puede no ser este el mejor formato de película para ver en el Festival de San Sebastián.
Reconozco que es una cinta que me da respeto por sus más de cuatro horas de duración pero al mismo tiempo este formato muy al estilo a la brillante Novecento y su visionado puede homologar la lectura diaria de doscientas páginas de la novela de turno que estemos leyendo, convirtiéndose en una película-libro de tapas duras en desuso pero con pura literatura en su interior. Una crónica que habrá que ver con mucha paciencia pero a la vez con ganas por lo que pueda aportar en clave de película a tomos.