La emoción me embarga. Es la primera vez que tengo la oportunidad de hacer una precrítica de una película que no he visto una, sino múltiples veces y que además me apasiona. Y no me refiero a algo como Funny Games, si no que estamos ante un idéntico film con la única variación de que ahora podremos disfrutarla en 3D. No, no estamos hablando de animación digital. Estamos hablando de ponernos unas gafitas en el cine y ver a Jack , Sally, Oogie Boggie y demás personajes en 3 dimensiones.
Mentiría si dijera que desde el principio esta idea me entusiasmó. Pesadilla es esa pequeña joya que no deseas compartir con nadie y pensar que ahora todo el mundo pueda tararear las mágicas canciones que Danny Elfman compuso para la banda sonora o ver en un formato diferente al que tengo la costumbre de ver una y otra vez esta cinta, no me hizo mucha gracia. Trasladándolo al pasado, las películas que se coloreaban no daban muy buenos resultados. Pero todo es renovarse o morir. También se pensó que ponerle sonido al cine iba a ser un fracaso...Y además, las productoras y distribuidoras pueden tener una baza contra la piratería lanzando películas en 3D, cosa que por ejemplo ya hizo la Disney con Chicken Little con buenos resultados.
Dicen los entendidos, que para ver un film en 3D, hay que haberlo rodado de una manera especial, que realmente no sé muy bien en que consiste, y que va a ser difícil conseguir el efecto deseado. Pero para esta nueva versión, colaboraron el mismo director de la cinta, Henry Selick y el que puso la verdadera alma en el proyecto, el genial Tim Burton, y los dos quedaron muy satisfechos del resultado. Puede ser también que el peso adicional que iban a tener sus bolsillos ayudara a ello, nunca se sabe.
En definitiva, tras quince años desde su estreno, una nueva generación va a poder disfrutar de esta maravillosa delicia, de esta obra de arte, de esta fina exquisitez. James y el melocotón gigante y sobre todo La novia cadáver, se quedaron cerca, pero personalmente no las puedo comparar.
Si tenía que dar la bienvenida a una nueva manera de ver el cine, no lo voy a poder hacer de mejor modo.