Este director trabaja poco y cuando lo hace no se rebana los sesos en complicados efectos de cinematografía para la historia. Se trata de encontrar un proyecto que alguien fie en sus manos y tirar para adelante con algunas medio estrellas cuando se puede tener alguna. El resultado mucho ruido, como en 15 minutos del 2001.
En este caso, la droga es uno de los protagonistas, como antiguamente, junto con Paul Walker (La prueba del crimen)y Laurence Fishburne (como a la que se apuntó de título 21: black jack), que lo del primero está justificado, digo apuntarse a este tipo de films, visto que la industria del drama le da la espalda, pero lo del segundo, cuando parece que entra en quinielas para mejores papeles, va y se emociona por este, os es que realmente no hay para más, no hay nada mejor para un actor interesante como éste?...
Acción sencillota con alardes de buen movimiento moderno de cámara, pero como se suele decir mucho ruido, mucho peligro, mucho huir, correr, esconderse, disparar y salir de trampas pero pocas nueces. No espero ni mucho ni poco, sino un film demasiado flojo para los que busquen maneras sencillas de perder el tiempo, que no es poco, oye.