No puedo decir que el film sea un desastre, tampoco que sea horrible, pero poco mejor lo puedo poner. De principio lento y exagerado en sus conceptos, castigo policíaco o relación familiar, trata de entrar en batalla con un malo decente, pero enseguida, como película asustada, se pierde en rarezas de cámaras y puertas con códigos, se olvida de los amores, y enseña demasiado pronto el fundamento de todo, el mero hecho del miedo sin escapatoria.
Con los últimos minutos para tirar a la basura, ya nos lo advertían los planos que se descubren por arte de magia, el caminar de intentos de muerte, policía con hamburguesa en mano y muertos no muertos que salen de los armarios, dan al traste con todo lo bueno que ya era poco. Un fiasco a poco nivel del suelo.