Muchas veces denominado como el
director francés más polémico, Leos Carax, acaba de
estrenar en la sección oficial de Cannes. Es juguetón hasta con su
nombre, que además de ser un anagrama de su verdadero nombre (Alex
Oscar), se puede leer como 'Le Oscar a X'. El Oscar no sé, pero a
juzgar por las altas valoraciones que ha tenido el pase, estoy seguro
de que muchos le darían ya la palma de oro, aunque eso ya se verá.
Sus películas son atrevidas,
excesivas, sin complejo ninguno. Esta promete, no sólo encajar en su
línea, sino además superarla. La deliciosa bizarrada de su segmento
en la película colectiva Tokyo! era un aviso claro. Un
argumento entre el drama y la fantasía, con un desarrollo
fragmentado en capítulos diferentes con un hilo común pero con la
libertad suficiente como para que el director salte de uno a otro
sorprendiéndonos con caminos inesperados.
Su protagonista fetiche, Denis
Levant, será el maestro de ceremonias de este atrevimiento.
También estará uno de los actores clave de algunos de los grandes
cineastas que han rodado en Francia: Michel Piccoli. Hasta
aquí lo normal. Lo que sorprende más es ver los nombres de Eva
Mendes y Kylie Minogue asociados al proyecto. Un indicio
claro del tono extraño y algo pop (por no decir kitsch) que puede
impregnar la película.
Atención a esta rareza porque se puede
convertir en obra de culto fácilmente. Carax llevaba tiempo sin
rodar un largo, pero parece que ha vuelto con las pilas puestas.