Crítica de la película Quemar después de leer por Iñaki Ortiz

Sé que no es justo poner el listón a diferentes alturas dependiendo del talento del autor, pero es que los hermanos Coen nos han demostrados tantas veces de lo que son capaces, que uno se queda con cierto regusto a decepción tras ver esta película, como si fuera el producto natural de un esfuerzo mínimo por parte de estos genios. Y desde luego, no es una mala película, al contrario, pero no he visto los exquisitos planos de, por ejemplo, El hombre que no estuvo allí, o los personajes secundarios impagables de El gran lebowsky, ni tampoco sus diálogos. Tampoco la atmósfera de Fargo.

Lo que más me interesa de esta película es la desmitificación, que no parodia, del cine de espías. Más bien una antiparodia. Vamos comprobando a lo largo de esta película y lo constatamos al final, que aquí no ha pasado nada. No se ha producido ningún altercado internacional, ni se han filtrado altos secretos. Los rusos no son esos enemigos letales del mito, sino unos burócratas que pregunta si el disco es para Mac o Pc. Sólo hay algunas muertes, casi casuales, sin aparente importancia, que suceden de una manera tajante e incluso inesperada.

Como siempre, estos dos peculiares autores llevan su historia por una senda distinta a la que han forjado los pasos de otros. No importa cual sea el rumbo, sus historias jamás se parecerán a las de los demás. Los esquemas al uso no valen para ellos. Si uno espera una serie de escenas en las que el miembro de la CIA intenta recuperar sus documentos, con delicados intercambios, pronto verá que se ha equivocado de película. La estupidez humana y la ironía del destino son una vez más quienes gobiernan este barco.

Impecable Brad Pitt con el personaje más divertido de la película. George Clooney haciendo lo que puede con su registro de cómico clásico repleto de gestos. Imponente John Malkovich con su contundencia y su problema con la bebida, sin duda el mejor actor de todos. Sin olvidarme de las chicas, Frances McDormand y Tilda Swinton, con personajes menos jugosos pero igual de bien ejecutados. Ni de ningún otro actor secundario, no quiero nombrarlos a todos, pero es que nadie falla en este reparto.

Cumplido de sobra el objetivo de divertimento y de calidad, pero no alcanza las cotas de talento - a veces verdaderas obras maestras - que han llegado a crear Joel y Ethan Coen.