El año pasado el cine de chinos (recuerdese que los "chinos" pueden ser: japoneses, coreanos, chinos...) fue una auténtica decepción. Películas estandarizadas, terror aburrido y nada nuevo. Nada diferente. Nada que no se hubiera visto ya mil veces. En fin: trilladísimos los chinos.
La Semana ha tenido siempre la habilidad de sintetizar lo más raro de oriente en tres o cuatro películas memorables. Dumplings se presenta con una vitola de película atípica, extraña.... china vamos.
No se trata del cine chino de bella fotografía y ritmo pausado. No, no. Es el OTRO cine chino. Vamos que Kim Ki-Duk se cortaría las venas.