Creo que, en definitiva, estamos aquí para decir las cosas sin tapujos. "Collateral" (anterior film de Mann) me gustó y le dí una nota quizá excesiva, pero firmemente creía que se merecía tal exceso.
Pero ahora me temo que el bueno de Michael Mann ha cogido el exceso y se lo ha puesto por montera para regalarnos un film que poco llama mi interés.
Me explico. "Corrupción en Miami", la serie, era molona, ese es el adjetivo. Molaba su música techno, sus flamencos, su jaialai en los créditos iniciales, su chulería, el traje blanco del malote de Don, los trajes horteras de Tubbs, y molaba todo eso porque así eran los 80. Por supuesto que había acción, pero no era lo importante, lo que más me gustaba era esa seca violencia (estética, moral,...) que lo impregnaba todo.
Y me hago la pregunta de siempre, ¿hay necesidad de llevar esa serie a la gran pantalla? Y me respondo que no, porque no creo que esta peli sea una actualización de aquel espíritu, ni que Crocket y Tubbs sigan siendo los mismos que interpretan Farrell ("Alejandro" o "El nuevo mundo") y Foxx ("Jarhead" o "Ray").
De hecho, el propio Mann cuando explica el proceso de creación de este proyecto no tiene ningún tapujo en desvelar que él no tenía ningún interés de primeras y que fue Foxx quien le insistió hasta convencerle.
Por esos motivos me temo que esta película es un vehículo de lucimiento de Foxx y Farrell, donde Mann pone el oficio y el cazo, y donde me espero una historia fantasmada a medio camino entre "Starsky y Hutch" (la película), las nuevas de Bond y "Bad Boys".
Al final, las ganas de Luis Tosar ("Cargo" o "Las vidas de Celia")y la solvencia de Foxx y Mann salvarán los muebles, poco más.