Ya de por sí las películas de catástrofes son malas. Los remakes no suelen aportar nada nuevo – aunque en este caso deberíamos hablar de nueva adaptación de la novela de Paul Gallico para ser exactos. Y una película protagonizada por Kurt Rushell (descarto de esta afirmación a cualquier película dirigida por John Carpenter) es para echarse a temblar. Quien habla de esta película, habla mal.
Pero tiene una ventaja. Y no me refiero a su director, el competente Wolfgang Petersen (“Troya”, “La historia interminable” ya experto en catástrofes marítimas desde “La tormenta perfecta”. No me refiero a él porque muy bien puede dirigir el truño de turno como puede ser “Air Force One”. Tampoco me refiero a la presencia del olvidado Richard Dreyfuss (“Tiburón”, “Silver City”) que, sinceramente, no creo que esté en disposición de elegir buenos proyectos.
Mi baza para que “Poseidón” me deje contento es un número: 98. Porque 98 son los escasos minutos de duración de esta película que no comete el mismo error que la mayoría de su género. Va al grano, sin rodeos. Con la confianza de un espectáculo de imagen y sonido me dispongo a afrontar el nuevo taquillazo veraniego – que tiene hasta su telefilm fabricado al efecto. No mucho más que decir, yo también he de ser breve con una película como esta.