Ocean's Twelve fue una película vacía, tontuna, burlona, con uno de los guiones más descuidados que se pueden encontrar hoy día. Una tomadura de pelo en toda regla. Y no estaba nada mal, siempre que a uno no le moleste todo lo anterior. Todo un ejercicio de estilo sobre un enorme vacío. Creo que esta tercera parte (que exista una tercera parte de un remake me parece algo increíble) va a ser mejor porque no va a ser tan vacía ni será insultante, y por supuesto, conservará todo lo bueno de sus predecesoras, ese gran derroche de ese engaño llamado "cool".
Este nuevo guión lo firman Brian Koppleman y David Levien. Alguno puede desmoralizarse al saber que han participado, siempre juntos, en películas de la talla de Pisando Fuerte o la fallida El jurado. Pero si retrocedemos un poco más encontramos un proyecto, el primero, en el que realizan el guión ellos solitos, no como en las anteriores citadas y sí como en esta entrega que nos ocupa. Se trata de aquella película pequeña pero la mar de interesante sobre el mundo del poker que pudimos ver hace unos años, en la que también aparecía Matt Damon: Rounders. Es un precedente muy interesante para el tipo de película que debería ser Ocean’s 13, puede aportar la seriedad necesaria.
Si los guionistas aportan la seriedad, quien debe marcar el tono es su director, el artífice de esta saga, Steven Soderbergh. Y el tono aquí es lo más importante. Este director puede ser un tipo indeseable con un ego desmesurado, puede haber fallado varias veces y puede querer ser el más moderno y cultureta de su generación – que desde luego no es, ni lo uno ni lo otro- pero su cuadrilla de ladrones no le funciona nada mal.
Nos van apareciendo en cartelera con retraso películas suyas como Full Frontal o Bubble y pasan sin pena ni gloria, pero para gloria ya tiene esta saga cool que rompe taquillas. En un nivel intermedio se quedan otros films suyos como Solaris o El buen Alemán.
Soderbergh volverá a pasárselo bien rodando esta película y la dotará de un ritmo y una elegancia que harán que el film se vea muy cómodamente. Ayudará la cuidada selección de canciones que compondrá la banda sonora.
Y rodeos aparte, esta película es George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Don Cheadle (Crash), Andy García, Vincent Cassel (Agentes Secretos)… y en esta ocasión se une al juego quien no podía faltar, ese grande entre los grandes que es Al Pacino quien espero que resurja un poco después de pestiños como El mercader de Venecia. Pacino le viene a esta película como anillo al dedo.
Quien anda más fino en su carrera es Clooney, le hemos visto en Syriana, siendo lo mejor de la película, o en su propia obra, Buenas noches y buena suerte. Brad Pitt pasa de la estupidez absoluta de Sr. & Sra. Smith a su papel dramático en Babel para terminar en esta película ligera.
Un reparto completito que ya tiene un valor por sí mismo. Ahora, quien guste, a disfrutar y quien no, ya sabe lo que hay. No creo que nadie se lleve una sorpresa a estas alturas. Y para aquellos indecisos que disfrutaron con la primera parte y odiaron la secuela, una nueva oportunidad no está de más, diría que ha vuelto a su cauce.