Premio a la mejor interpretación femenina en el Festival de Locarno 2007 a Marian Álvarez (A golpes o Las horas muertas) y Boccalino de oro a la mejor película en el mismo festival, es una película de primeriza en pantalla grande en manos de Roser Aguilar. De corte intimista y dedicada a los sentimientos enfrentados del paso de la fantasía a la realidad, como ella comenta, que tratará de despertar la atención de un público que se idntificará o pondrá en el lugar de un personaje elaborado y tan débil como fuerte, es decir, con profundidad.
Ambientada en la época actual, nos someterá a una situación delicada y dura que obliga, sin duda, a hacerse cuestiones internas de gran calado con las que no llegar en algunos momentos a buen término. Creo que puede ser un ejercicio sencillo pero completo de dirección de pocas localizaciones, con buenos encuadres y cine de contacto con un espectador al que ayudar con planos en momentos deliciosos. Del guión se dice que es tan amable como directo.
Junto a la protagonista encontraremos a Lluís Homar (La habitación de Fermat o La mala educación), Carmen Machi (Lo que sé de Lola o Vida y color) o Marieta Orozco (El triunfo o Inconscientes), en una película que deja ver a la nueva generación de directores y actores que poco a poco, se acercan más a historias que en el ámbito nacional se estrenan con menos complejos que antes. Para mí tiene buena pinta.