Elio Quiroga es uno de esos directores que me gusta por lo que intenta, pero no por lo que consigue. El mejor ejemplo es La hora fría, una película de ciencia ficción realmente ambiciosa que se queda en una amalgama informe de escenas donde se nota la falta de pasta por todos lados. Se nota perfectamente que Quiroga es un gran amante del cine fantástico, de terror, de serie B... y se ve también que tiene criterio e ideas, pero queda claro que nadie le da el dinero suficiente.
En ésta ocasión, Quiroga apuesta por el cine de terror y sus mecanismos de serie B, mezclado con thriller religioso. Hay varias cosas que me escaman de ésta película. Lo primero, que estoy un poco harto de los amantes del cine de terror de los 70 y 80 que ahora remixean, remakean, homenajean o directamente copian los mecanismos de aquella época. Y estoy harto por saturación y porque la cartelera está a reventar de éste tipo de propuestas. Y lo segundo es que no basta con "tener ideas" a la hora de plantear un thriller religioso, porque está tan trillado que solo cabe ser revolucionario a la hora de plantearlo.
No-Do va a ser una de esas películas que se parecen a un montón de películas, como pasa a día de hoy con otro montón de películas. O sea, una película del montón, con detallitos refrescantes, pero no lo suficientemente original.
Para pasar el rato en un día en el que estemos muy condescendientes...