Una nueva entrega de las aventuras del mejor villano de todos los tiempos, según las listas, no es lo más esperanzador del mundo.
Repasemos un poco de historia. Dejando a un lado la vieja película de Dragón Rojo que pasó sin pena ni gloria en los 80, la sensación llegó con la fabulosa El silencio de los corderos. Se nos presentaba un Hannibal que era peligroso incluso tras las rejas. Todo aquello se fue al traste con Hannibal, una estilizada película de Ridley Scott que nos ofrecía un Lecter desatado que comía demasiado. Levemente entretenida pero nada aterradora.
Llegó la nueva versión de Dragon Rojo con un estupendo reparto y un ritmo interesante. Se le volvió a relegar a Lecter al papel secundario que le permitía hallar el merecido protagonismo. Interesante.
¿Y ahora qué?
Eso se han debido preguntar los productores y el mismo novelista Thomas Harris, que por primera vez toma directamente las riendas del guión, posiblemente siendo excesivamente fiel a su propia obra perdiéndose así muchos valores cinematográficos. Total que se han dicho: otra película. Sí, otra, porque es lo que está de moda (Batman Begins, La matanza de Texas: el origen, El exorcista: el comienzo...). ¿Quién no se ha preguntado alguna vez como fueron los inicios del terrible Hannibal Lecter? Bien, yo al menos no. No me preocupaba demasiado. ¿Por qué entonces puede ser interesante la película?
La elección del equipo es curiosa. Por un lado tenemos al director Peter Webber, que hizo un gran trabajo con La joven de la perla. No sólo es contar con este director lo que me da esperanzas sino también el hecho de que alguien haya querido contar con él en lugar de pagar al destajista de turno. Puede que sólo sea una ilusión y simplemente Webber se haya vendido barato.
El equipo de actores también resulta interesante. El actor que se encargará de dar vida al joven Lecter, Gaspar Ulliel, tiene un rostro misterioso. Ya lo vimos, aunque en un rol mucho más ingenuo en Largo domingo de noviazgo. Ahora tendrá que poner cara de malo. Hace poco le hemos visto en la película de episodios Paris je t’aime.
La chica será Gong Li, una actriz china que hemos podido ver en otras producciones occidentales como la reciente Corrupción en Miami. Puede aportar un aspecto enigmático a la película, como ya hiciera en 2046. El apartado del bien lo cubrirá Dominic West, un actor al que se le empieza a ver en varias producciones importantes como 300.
Por último destacar que hay dos compositores para la banda sonora, el occidental, Illan Eshkeri y el oriental, Shigeru Umebayashi que es responsable de bandas sonoras épicas como la de la película La maldición de la flor amarilla, curiosamente en la que también aparece Gong Li.
En definitiva, esta película no hacía falta y no es más que un movimiento insultante para conseguir dinerito, tío dollar está al frente, está claro, pero aun así puede tener su interés. Puede.