No soy partidario de desprestigiar una película sin antes haberla visto. Pero no hay duda alguna de que cuando llegan ciertas cosillas a nuestra cartelera muchos de nosotros si bien no nos reímos fruncimos el ceño sorprendidos y escandalizados, algunas veces para bien y otras para no tan bien. Soy el primero en defender la comedia más allá del género como tal porque lo que está bien hecho, bien hecho está. Pero la duda que me entra no es si la película en cuestión, El gran Vázquez, va a hacer reír a media sala o no, de lo cual estamos todos de acuerdo de que seguramente lo haga y que pasaremos un rato. No, la duda que tengo es si no se les está yendo de las manos esto de incluir al gran Vázquez en la Sección Oficial del Zinemaldia 2010.
Dudas y polémicas aparte, El gran Vázquez es una película de Óscar Aibar, director de Platillos volantes o La máquina de bailar, dos títulos bastante olvidados para la mayoría del público por lo que dudo mucho que Aibar apueste por algo innovador. En La máquina de bailar ya trabajó con quien es el protagonista del film, Santiago Segura, conocido por todos nosotros y de sobra conocidas sus escasas dotes como actor.
Lo más importante de la cinta en cuestión es que sirve de tributo al dibujante de cómics Manuel Vázquez, creador de unos cuantos personajes que aún muchos de ustedes tienen en la memoria y que tantas risas y tardes les habrán hecho pasar. Una película que rinde culto a un grande de los cómics en España y que lo hace de la manera que más le hubiera gustado a él, en forma de parodia caricaturesca a la española con el humor más tradicional de aquellos años con un toque modernito y la presencia de Segura. Mortadelo y Filemón dieron algo más la talla y la grande entre las grandes fue El Milagro de P Tinto en cuanto a su estilo. Si Vázquez es una mezcla de las dos, ni tan mal. Eso sí, no olvidemos que es una cinta corriente, para nada festivalera, no nos engañemos. Pero servirá para descansar un poco el ajetreo del festival y pasaremos el rato. Lo que hay que ver, desde luego.