Por de pronto, parece una película destinada al lucimiento de Neve Campbell, la actriz que se hiciera famosa por su papel en la mítica 5 en familia, y, que, sin embargo, en su salto a la gran pantalla no ha destacado por grandes papeles. En esta ocasión, no obstante, se asegura un cómodo terreno que pisar al ser la historia de la película suya, aunque eso sí, moldeada por Barbara Harris (Pollock). Una tópica historia de sacrificio, amores, superación y triunfo ambientada, en esta ocasión en una compañía de ballet. No cabe duda de que el esfuerzo que Neve habrá hecho por aprender danza será encomiable, pero siempre ha sido una actriz muy contenida y que expresa pocos sentimientos, vamos, una actriz que podría llegar a ser una gran secundaria, pero que sigue empeñada en demostrar algo al mundo. Quizá una de las mejores sorpresas sea un cambio en su forma de actuar.
¿Y quién mejor para acompañarla que un actor de segunda: James Franco? Le pudimos ver con Drew Barrymore en Nunca me han besado y de Harry Osborne en Spiderman. La persona perfecta para nunca eclipsar a la estrella de la película: Neve Campbell.
Y con estos mimbres, ¿qué le queda al artesano Altman? Pues básicamente la posibilidad de lucir virtuosos movimientos de cámara en las escenas de baile, que, presumiblemente, inundarán la obra.
Una buena oportunidad para asomarnos a ver qué es lo que queda de Altman.