John Woo consiguió sorprender a propios y a extraños con su forma de hacer cine de acción a principios de los noventa. Era una forma muy diferente a la americana, llena de coreografías de acción de lo más innovador y con conceptos realmente atrevidos. Nunca se me olvidará la secuencia de casi una hora del hospital de Hervidero. El problema comenzó cuando sus fans nos empezamos a dar cuenta de que Woo no sabía hacer otra cosa a parte de lo que ya habiamos visto. Lo que podía aportar al cine de acción ya lo había aportado y no había nada más que decir. Con todo, Cara a cara es una de esas películas malas que me encanta ver. Quizá no solo por Woo, sino también por Nico Cage (que como siempre está brutal, literalmente) y John Travolta. Una bizarrada en toda regla y lo mejor de su horripilante paso por Hollywood.
Parece que Woo huye de Hollywood y también del Hong Kong que le vió nacer cinematográficamente, para filmar una película épica china de manual. Aquí no hay cine de acción de serie B, sino un señor presupuesto financiado por el gobierno chino que trata de hacer una de esas películas llenas de iconos nacionales chinos que transmitan los valores que los diferencias del occidental medio. Últimamente el gobierno chino se está gastando mucho dinero en este tipo de producciones que tratan de evitar que el ciudadano chino se vea intoxicado por el pensamiento occidental.
Para nosotros (ese occidental), no pasará de ser una película llena de batallas épicas con presupuesto, pero bastante aburrida y con una historia que no nos dirá gran cosa. Pero lo peor de todo será ver cómo John Woo ya no existe y se dedica a filmar como un auténtico autómata.
Totalmente prescindible.