Había pensado que la película iba a conseguir algo más, pero me equivoqué totalmente. Y tampoco es cuestión de la historia, un concurso para que no derriben la famosa Campana, pero es que los personajes que lo forman son exagerados, estúpidos y sin sentido una vez más.
Esta vez lo único que se ha conseguido es que los dos protagonistas y la chica en cuestión sean los reyes del cotarro con la comparsa de exageraciones poco risibles detrás. El malo Wyoming bastante tiene con hacer medianamente decente un personaje que se cae por los cuatro costados.
Pensé que se quería hacer una película de risa y entretenimiento seria, que se quería lograr cierto nivel de compromiso con el guión más elaborado, pero no, me he encontrado de nuevo un ejercicio de tontería con algún punto decente, que sólo persigue idear extravagancias que desmelenen aún más la imagen de los heavys. Una excusa para hacer taquilla y otra vez he caído, ya no habrá más.