La vida de Lope de Vega, el famoso y cada vez menos conocido en las escuelas dramaturgo y poeta español, es llevada a la pantalla de manos de un brasileño. Ya esto parece que desilusiona un poco, pero si encima comento que puede que acabemos viendo a un auténtico casi héroe en ciernes en la gran pantalla parece que se nos pueden romper los esquemas.
Y de esta parte es de la que le puede adolecer los males a un film bien llevado de presupuesto y realización, pero lejos del personaje o al menos centrándose más en la leyenda de la parte visceral del mismo, que por ende será la más comercialmente explotable. El publico no está para aburridas andanzas por precios tan desorbitados así que carnaza aunque sea a Don Quijote.
La presencia de Alberto Ammann, Luis Tosar (ambos en Celda 211), Pilar López de Ayala (Solo quiero caminar) o Leonor Watling (Los crímenes de Oxford) auguran un trabajo hipnótico y grato, pero sus palabras y momentos una exageración controlada que no a todos va a entusiasmar aunque no se quejen demasiado del asunto. De vez en cuando las palomitas con cine nacional bien publicitado entran como distinto, y punto.