Después de la pirotecnia interpretativa que envolvió su anterior trabajo (Quemar después de leer), con nombres propios como los de Brad Pitt, George Clooney o John Malkovich, los hermanos Coen parecen haberse querido refugiar en un trabajo de menor calado mediático para dar forma a su nueva comedia.
De un primer vistazo, uno diría que todo apunta a menor: producción, reparto, intenciones. Pero hete aquí que cuando todos así recibían Un tipo serio en sucesivos festivales, la sorpresa ha dado paso a invariables aplausos y loas tras cada proyección. Por algo será.
No hay actores famosos en Un tipo serio. Sí, como mucho, rostros de esos que nos suenan de aquí o de allá, detalle que suele coincidir con una carrera prolija en papeles de toda índole en televisión. Es el caso de Richard Kind o de Fred Melamed; este útimo incluso fue durante un tiempo un rostro secundario habitual en el cine de Woody Allen: Delitos y faltas, Sombras y niebla...
Lo importante es que los Coen apuestan por un made by Coen Brothers al 100%, después de tirar de textos ajenos en varias ocasiones recientes. Lo harán con un desproporcionado medio-camino entre el drama y la comedia que, realmente, tendrá mucho de ambos pero con especial querencia por esa comicidad excéntrica, absurda y tan marca de la casa.
Tiene trampa: Por mucho que más de uno la siga pintando de "trabajo menor" de Joel y Ethan, yo me fío y no me la pierdo.