Me parece interesante que un film de índole más infantil que juvenil se presente en nuestras pantallas con la fiereza de formas que lo hace. Los cuentos lúgubres siempre han impactado bien dentro de las minorías del cine con mayor inventiva, esos tonos oscuros y decrépitos me impulsan a acercarme a una historia llena de oscuros pensamientos que los niños no reciben tan mal como ya sucediera antes en "La ciudad de los niños perdidos".
La presencia de un Carrey exagerado y su normalmente participación taquillera puede que hayan mermado un film más de autor que de navidades, pero esperemos, no vaya a ser que realmente vayamos a encontrar una pequeña joya en mitad del desierto.
Desde luego, hay que ser valeroso para presentar en este formato y en las condiciones actuales una producción como esta. Le deseo todos los ánimos.