Quien no conozca las aventuras de los Hombres de negro a estas alturas es que ha estado en coma o aislado socialmente durante muchos años. La fiereza de su primera entrega, novedosa y divertida, cine comercial que merecía ser pagado en taquilla, sembró un sentimiento de simpatía para con la película y su poso años más tarde con la segunda parte.
Will Smith (Yo, robot) y Tommy Lee Jones (En el centro de la tormenta) se han hecho cargo de la pareja protagonista caza-alienígenas y vuelven a hacerlo en esta tercera entrega, más osada aún, más servicial con un público que quiere volver a recordar el día a día de los flasheadores más famosos.
Josh Brolin (Valor de ley) se cuela en el elenco de actores interpretando a un personaje especial y esencial en una trama que nos retrotraerá a los años sesenta, y que dará una nueva vuelta de tuerca a una historia curiosa y genial, que bien tratada podría subsistir por mucho tiempo, eso sí, siendo lo que es, un film pensado para la taquilla que ya no tendrá la fuerza de su comienzo, pero que luchará por hacerse un hueco entre las mejores dentro de su género.
Uno no puede olvidar maravillas digitales como las canicas pero tampoco torpezas cuestionables como humanos poseídos por cucarachas. La magia de los hombres de negro está suelta, pasar por ahí un rato no caerá en saco roto.