Los Hermanos Dardenne retornan a lo que puede definirse como su feudo: el Festival de Cine de Cannes. Y, de hecho, vuelven con la posibilidad de hacer historia, caso de alzarse con la Palma de Oro, ya que serían los primeros en atesorar tres Palmas de Oro en sus baldas.
Las dos anteriores fueron por Rosetta y El niño. Pero es que con El hijo, en el año 2002, también ganaron el Premio del Jurado. En fin, un seguro de vida en festivales.
Una vez más, la película está rodada, como quien dice, en su casa, en Lieja, y tiene como protagonista femenina a la actriz albanesa de Kosovo, Arta Dobroshi, que ha sido conocida gracias al éxito del film Magic eye.
Nos espera una película de imagen seca y de una de esas historias que tienen como objetivo el estómago del espectador, como punto desde el que invitarle a una reflexión a golpe de sentimiento y no exenta de racionalidad. Para aquéllos que conozcan a esta curiosa pareja de directores, no hace falta que les indique la puerta de la sala, pero para los que no han visto ninguna película de ellos, les pido paciencia, porque no defraudará su primera vez.