EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
Lo cierto es que parece un soplo de aire fresco pero alentador en mitad de un invierno de poco movimiento salvo escepciones. Puede ser que
la tal Sophia haya dado con esa especial sensación necesaria en los espectadores para irrumpir como sus genes lo merecen en la boca de todo seguidor de este en ocasiones triste mundo del cine.
Puede ser que Bill Murray haya sido rescatado para alegría de quienes creemos que se gusta o no pero las medias tintas son para los amantes de la farándula. Seguro que hace un excelente trabajo teniendo en cuenta que en cierta manera representa a una vez su propia carrera. Su compañera, sí es conocida por los que perdemos en tiempo en esto, pero más lo será cuando lleguen los famosos óscars y demás con esa sonrisa nueva y mirada misteriosa.
En otro apartado, el guión tiene una pinta cierta, es decir, teniendo en cuenta que tiene que mentir tratará de hacerlo en un gesto piadoso. Ni todo es tan especial ni todo es tan incierto, y sino que se lo digan al cine brasileño.
Y esa luz, que creo es distinta en Japón que en otros muchos lugares, que ceremonia de marketing, claro, su padre es...Porque ya no se hacen películas con esa luz, en la que no se puede esconder sino enseñar, y eso es lo que queremos, joder. Me voy a gastar los duros, sabiendo lo que sé, pero guiñando un ojo a ese sueño de una noche de verano que mientras dure duró.
Es especial, es curiosa y atrayente, es bastante pura y a una vez verdadera.