Lo cierto es que en la tercer parte de esta interesantísima opción de taquilla que ha sido lo de los mega cochazos y tal y tal, parecen salirse de madre, llevando la situación a Tokyo, donde nació todo esto y tal y tal, y encima nuestro prota (el chico de Locos en Alabama y La guerra) se enfrenta a tipos de la Yakuza.
En fin, algo hay que hacer para llevar el reto más allá. La historia no dejará de estar cascada y repetitiva, pero los planos de los coches y de las maravillas de velocidades rodadas serán de buena calidad, un excelente escenario de documental al respecto.